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Historia y Ambiente Único del Restaurante

Desde su inauguración en 1986, el restaurante situado en la calle España nº8 en el corazón de Fuengirola ha sido un punto de referencia culinaria en la región. A tan solo unos pasos del mar y del vibrante paseo marítimo, este establecimiento no solo ofrece una experiencia gastronómica excepcional, sino también un ambiente singular que lo distingue de otros lugares. La combinación de su ubicación privilegiada y la pasión por el golf ha permitido que este restaurante se convierta en un lugar emblemático para locales y visitantes por igual.

Uno de los aspectos más notables del restaurante es su decoración única, que incluye un récord Guinness por ser el restaurante con más palos de golf colgados del techo. Esta peculiaridad no solo añade un toque distintivo al lugar, sino que también refleja la pasión por el golf que comparte con sus comensales. Cada rincón del restaurante está cuidadosamente decorado, creando una atmósfera acogedora y elegante que invita a disfrutar de una experiencia culinaria inigualable.

A lo largo de los años, el restaurante ha sabido adaptarse a las tendencias y exigencias del público sin perder su esencia. Ha evolucionado manteniendo siempre un alto estándar de calidad en su oferta gastronómica y en el servicio al cliente. Los pequeños detalles, como la iluminación tenue y los elementos decorativos relacionados con el golf, enriquecen la experiencia de los comensales, haciendo que cada visita sea memorable.

El ambiente del restaurante es un reflejo de su historia y dedicación. Desde su apertura, ha sido testigo de innumerables celebraciones y momentos especiales, convirtiéndose en un lugar de encuentro para quienes buscan disfrutar de buena comida en un entorno único. Esta combinación de historia, ubicación y una atmósfera cuidadosamente diseñada ha consolidado al restaurante como un referente en Fuengirola, atrayendo a amantes de la gastronomía y del golf de todas partes del mundo.

Oferta Gastronómica: Fusión de Cocina Mediterránea y Belga

El restaurante, establecido en 1986, ha logrado una sobresaliente reputación no solo por su ambiente acogedor, sino también por su oferta gastronómica única. La fusión de la cocina mediterránea y belga proporciona a los comensales una experiencia culinaria excepcional que resalta la diversidad y riqueza de ambos estilos culinarios. En el menú, se pueden encontrar platos emblemáticos que combinan los ingredientes frescos del Mediterráneo con las técnicas tradicionales de la cocina belga, creando así una sinfonía de sabores que deleitan al paladar.

Entre los platos destacados, se encuentran clásicos como el ‘Moules-frites’, un plato belga que consiste en mejillones frescos cocidos al vapor acompañados de crujientes patatas fritas. Este platillo, aunque sencillo, se eleva a otro nivel gracias a la frescura de los mejillones y la perfección en la preparación de las patatas. Otro ejemplo es la ‘Paella de Mariscos’, que incorpora mariscos frescos del Mediterráneo y se cocina con una mezcla de especias y arroz, creando un plato lleno de sabor y aroma.

La calidad de los ingredientes es un aspecto fundamental en la propuesta gastronómica del restaurante. Los productos utilizados son seleccionados meticulosamente por su frescura y sabor, garantizando así una experiencia culinaria auténtica y de alta calidad. Los comensales pueden disfrutar de una variedad de opciones, desde pescados y mariscos frescos hasta carnes y verduras de temporada, todo preparado con un toque distintivo que refleja la esencia de ambas cocinas.

Para aquellos que buscan recomendaciones, las especialidades de la casa son una excelente opción. El ‘Estofado de Carne a la Flamenca’ es una delicia belga que combina carne tierna cocida lentamente con una rica salsa de cerveza, mientras que el ‘Pulpo a la Gallega’, un plato mediterráneo, ofrece una explosión de sabores marinos. Ambos platos son recomendados por el chef y representan perfectamente la fusión gastronómica que caracteriza al restaurante.